jueves, 17 de enero de 2008

Niñas de 12 años, nuevo eslabón de la prostitución en Acapulco

Amanece en la zona dorada. Tres gringos comienzan a contar, uno por uno, los billetes de a 100 que ponen en las manos de una mujer, hasta completar dos mil pesos: es una madrota que al rato les trae en camioneta a seis niñas con bikini y pareo. Ninguna es mayor de 12 años: los tipos, en camisa tipo Miami y bermudas, pagan a cada una 300 pesos por dos horas de compañía.
Espero, paciente, mientras los primeros rayos del sol empiezan a calentar el ambiente de la Costera cuando por fin regresan las muchachas caminando y se colocan frente al bar Barbarroja: se ven cansadas. Se me acerca la más alta, se llama Sofía, es morenita. Sonríe primero y luego se ofrece: “Dame 500 y me quedo a dormir contigo”. No hay trato y subo al coche.
Apenas he avanzado unos 50 metros y un taxista se me empareja y revienta en gritos: “¿Oye, socio, buscas una chamaca yo tengo muchas,?”Se detiene. En cinco minutos aparecen otras siete niñas, entre 12 y 14 años, y empieza el regateo: cada una, como las otras, cobra 300 pesos por dos horas de sexo. A unos metros, un par de policías escucha la conversación y no pasa nada.
Frente a la zona del Barbarroja, donde se encuentran el antiguo Hotel Romano Palace y algunos de los restaurantes más asistidos del puerto, el acapulqueño de pantalón de mezclilla recortado, cabello al hombro y bigote ralo se da cuenta del asombro del posible cliente:
—Mira brother, aquí una mujer ya esta vieja a los 21 años para ser puta ahí en Caleta, como a esta hora, ya hay niñas en la playa que por 100 pesos te hacen el oral y por 200 te las coges, pero ahí mismo, no hay cuartos. Por 600 te las llevas toda la noche, ahí mismo te dicen dónde consigues un bungalito.
—dice, mientras mi grabadora, oculta, registra sus comentarios.
Tampoco hay trato. Enciendo el coche y sigo por la Costera. Frente al Hotel Fiesta Americana doy vuelta hasta la Diana y regreso al mismo lugar, donde entre familias y parejas una veintena de sexoservidoras, la mayoría adolescentes y bachilleres, ofrece sus servicios recargadas en las rejas de un bar.
Son casi las siete de la mañana del sábado, el sol que ya pega con todo y diluye la parranda; la música que sale del Barbarroja, de Disco Beach y de La Langosta se ha terminado y la resaca comienza a hacerme efecto. Decido regresar por la noche.
Las luces de los bares se volvieron a encender y la música de los mismos bares a opacar las pláticas de los turistas. Mantengo fija la mirada y me acerco. Enciendo la grabadora que me he metido en el cinto... La mayor de las prostitutas me aborda y platicamos.
—¿Buscas una chica?
—Sí, pero una chiquita.
Entonces la porteña llama a gritos a una de sus compañeras. “Paris, Paris, ven, acá te buscan”, le dice mientras que aquella camina aún evidenciando su niñez. “Va a cumplir 14”, dice la primera. Cuando la pequeña prostituta —de minifalda azul y corpiño blanco— llega y pregunto su edad.
— No, la verdad digo que tengo 16 a la policía y con eso ya no hay bronca hago lo que tú quieras, ya aprendí a hacer de todo. Dame 300; te hago sexo oral, besos y si quieres anal me das 50 más. Son todas las relaciones que aguantes —explica con aire de experiencia.
Pero Paris, al igual que otras niñas, deambula de día por Plaza Bahía. Ahí es abordada y contratada, aparece y desparece en una hora. Otras niñas son prostituidas en las casas de cita de Avenida Cuauhtémoc o en las calles de Chihuahua, Sonora y Acuña, de la colonia Progreso, a tiro de piedra del cuartel donde se concentran las policías estatal y municipal.
Las de 15 a 17 años, las mayores, son tratadas por teléfono para dar servicio en moteles, hoteles de paso o en algunos de la zona dorada. Ahí personal de seguridad les pide una tercera parte para dejarlas trabajar. Cuando son sorprendidas por gerentes o personal femenino son desalojadas de manera violenta.
Otros lugares donde se puede contactar a menores de edad son el restaurante Hooster y en la entrada de los table dance Tabares, Foxys, Maxim, Platinum. En estos últimos la relación sexual con bailarinas o ”chicas de salón” se concreta con un pago de mil pesos dentro del mismo establecimiento.
PLAYAS Y BARES DE PASO. Al alba el reportero confirma la sugerencia del taxista. Llego a Playa Caleta. Parece zona de fiesta cuando no hay música. En esa pequeña playa, algunos hombres pasean solitarios. Ninguno es joven. Alguno se recuesta en la playa y de inmediato se acercan no menos de tres niñas y niños.
Se les paga y ahí, en penumbras. Tienen relaciones sexuales. Cada 20 minutos pasa una patrulla de la policía municipal, a veces son estatales. Cuando se acercan a la playa todo mundo corre y se esconde. Los uniformados no hacen mucho por revisar la zona. Pasan y saludan de lejos al reportero.
Lo mismo pasa en las inmediaciones de La Quebrada. En la colonia Tres Cruces, sobre la calzada Pie de la Cuesta. Se juntan cuatro “piqueras”. A la puerta de estas cervecerías de mala muerte hay pequeñas que no aparentan más de 17 años. Algunas son madres solteras y la obesidad las hace ver mayores.
Los antros son La Aurora y La Batalla, están a unos pasos de un Oxxo. Ahí una patrulla municipal hace guardia. Luego de un rato algunas sexoservidoras logran que les inviten unas quesadillas y después cobran 80 pesos por ir al baño del bar con el visitante… El sol ya salió…y la resaca es doble…
DIF: SI HAY LENOCINIO. Estimaciones del municipio señalan que hay cerca de 300 sexoservidoras en el puerto, las cuales para trabajar tienen que entregar una serie de copias de documentos, como credencial de elector, y recibir un carnet que deben mostrar a cualquier funcionario que se los pida. Las cifras flotantes dicen que hay hasta 6 mil prostitutas en el puerto.
Federico Miranda, director del Sistema DIF Municipal, acepta que hay prostitución infantil pero
que no se puede detener. Justifica: “Mientras que no intervengan los tres niveles de gobierno, esto va a seguir... necesitamos más energía y que todo mundo se involucre”.
Laura Mendoza es sexoservidora; revela: “Cada mes nos obligan a practicarnos exámenes para ver si tenemos Sida, nos cuesta 150 pesos pero llegamos a dar hasta 600 porque luego no nos los quieren regresar aunque estemos bien. Además, los policías nos piden diario 100 pesos para dejarnos trabajar”.

Desfilan como en concurso de belleza
Rosario “N” está desesperada. Es una mulata de ojos azules con a penas 17 años de edad. Es alta, casi 1.70, habla inglés y francés de manera perfecta. Es culta, estudió en el Colegio México, del Distrito Federal, pero hoy tiene que lograr que al menos diez hombres la escojan entre otras 20 mujeres para ganar 10 mil pesos.
Esta niña trabaja en “Rebeca”, el único burdel autorizado y resguardado por el municipio perredista de Acapulco. Aquí llegan empresarios y políticos; “hasta narcos”, se atreve a decir un taxista, para contratar el servicio sexual de mujeres que no superan los 21 años.
Este negocio está ubicado en el fraccionamiento Marroquín, a un costado de la colonia Progreso cerca de Avenida Cuauhtémoc. A un par de calles vive el ex senador perredista Félix Salgado Macedonio. De madrugada, aquí llegan hombres y mujeres de cualquier parte.
La entrada es amplia. Tiene un enorme estacionamiento donde se ven placas en autos estadunidenses. Hay carros de Sinaloa y Tamaulipas, claro, de Guerrero, pero también del Distrito Federal, de Tabasco y Campeche. Se suben dos escaleras de piedra. Arriba las mujeres, hermosas, esperan en tangas y pareos.
El visitante llega en penumbras. Encuentra un amplio patio que es utilizado como pista de baile. Hay mesas y sillas de hierro forjado, cada una con parasol, donde se sienten las visitas. Ahí un hombre, maduro y porteño ofrece algo de beber y llama a las mujeres. Aparecen 15, todas de formas atrevidas.
Luego de un rato el curioso escoge a una. Dice que se llama Montserrat. Lo invita a pasar a una habitación con una enorme cama, sala y espejos por todas partes. El cliente le dice que sólo quiere platicar. Ella accede pero le advierte que de cualquier forma tiene que pagarle. Y luego narra.
“Nos iba muy bien. En marzo tenía que haber ido a París, tenía una beca para estudiar mercadotecnia, pero mi papá se enfermó, le dio una embolia y perdió su negocio; era uno de los comerciantes más ricos de Acapulco y se quedó sin amigos... trabajo para pagar la deuda, comprar medicinas y comer, estamos en la calle”, confiesa.
Luego de casi una hora, un hombre golpea con energía la puerta. Exige que el cliente salga. Al momento entra violentamente. Toma al reportero del cinturón y lo lleva al estacionamiento, donde un taxi lo espera. Rosario se queda sin el pago por la plática. (Francisco Reséndiz)

Fuente:
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=208125

Acapulco, mina para edecanes prostitutas; ganan $35 mil diarios

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Diosas y mortales", una muestra que destaca el rol de las prostitutas en el México prehispánico


La exposición se centra en la figura de las "tlatlamiani", que en español significa "las que hacen feliz". Con artesanías e instrumentos de uso cotidiano, busca reflejar la vida de esas mujeres, que tuvieron, según los expertos, un papel crucial en esa cultura.
TLATLAMIANI. Una de las figuras de barro que se exhiben en el Museo Regional de la ciudad de Puebla y que representa a una prostituta o "alegradora". (EFE)


Las "tlatlamiani", mujeres que ejercían la prostitución en el México prehispánico, son las protagonistas de la exposición arqueológica "Diosas y mortales". La muestra, que tiene lugar en el Museo Regional de Puebla, una ciudad a 125 kilómetros del Distrito Federal, está constituida por un centenar de piezas entre esculturas, figuras de barro, joyería e instrumentos de cocina que dan cuenta de la vida cotidiana de esas mujeres, desde el año 500 antes de Cristo hasta el 1521 de nuestra era, cuando llegó Hernán Cortés a la región.

Las "tlatlamiani", vocablo en lengua náuhatl que quiere decir "las que hacen feliz", nunca se casaban y eran consideradas "respetables porque cumplían una labor dentro de su comunidad", explicó el arqueólogo Eduardo Merlo. Una de las más famosas entre ellas fue Marina, también conocida como "La Malinche", la mujer que fue amante y traductora de Cortés.

Merlo, quien realizó diversos estudios sobre la mujer en el México prehispánico y es comisario de la exposición, destacó el papel crucial que tuvieron antaño las prostitutas, quienes recibían dobles honorarios, ya que "eran pagadas por el Estado por su servicio y también por los propios usuarios".

"Las 'alegradoras', como también las llamaban, eran muy importantes, sobre todo en la guerra porque acompañaban a los soldados. De esa manera evitaban que violaran o raptaran a las mujeres de los pueblos conquistados", describió el arqueólogo.

La exposición también tiene apartados dedicados a las diosas y a "las mujeres del pueblo", como llamaban a quienes no ejercían la prostitución. Luego de exhibirse en Puebla, donde estará hasta fines de mayo, la muestra se presentará en los estados de Yucatán y Chiapas, y en 2008, en Nuevo México y Nueva York, Estados Unidos.

Fuente: EFE

Seis mitos sobre prostitución


Se afirma que es la profesión más antigua del mundo. Pero también se dice que no es una profesión sino una lacra social aunque, en efecto, es tan antigua como la corrupción o el robo. En momentos en que la Asamblea del Distrito Federal discute un proyecto de ley con el propósito de legalizar la prostitución en la capital, valdría la pena precisar algunas confusiones sobre el tema. Lo peor que podría pasar es que el debate y la ley resultante estén basados en falsas premisas. Como las siguientes.

1.- Es un oficio legítimo al que tienen derecho hombres y mujeres que lo asumen de manera voluntaria. Falso. Los y las sexoservidoras no se dedican a ello como resultado de una decisión vocacional. No es que un día se dijeron a sí mismas “yo quiero ser prostituta; es lo mío”. Aunque en las encuestas superficiales muchas respondan que es una actividad elegida y pueden dejarlo en cualquier momento, los estudios de caso demuestran justamente lo contrario. La venta del cuerpo y el sometimiento a los abusos correspondientes suele ser una opción impuesta por la cultura y las costumbres. Por circunstancias que estas personas han encontrado “al final del camino”. En muchas ocasiones se trata incluso de una prostitución forzada, eventualmente, asumida por la víctima. La prostitución es una estrategia de sobrevivencia dictada por la falta de alternativas. La legalización de la actividad no hace sino legitimar una relación que de suyo es de explotación, abuso e indignidad, y que convierte en víctimas quienes la ejercen (por restricciones de espacio omito las encuestas y estudios en se que se basan estas anotaciones; pueden encontrarse en “La prostitución, claves básicas para reflexionar sobre un problema”, en el sitio http://www.apramp.org).

2.- La reglamentación permite controlar a la industria del sexo y la trata de personas. En realidad es lo contrario. Como señalan las ONGs dedicadas al tema, la ley es un regalo para los proxenetas. Entre otras cosas les permite aterrizar en una zona legal el último eslabón de una larga cadena delictiva: el tráfico de personas para la explotación sexual, la otrora llamada “trata de blancas”. Cada vez es más evidente que la prostitución no es una actividad que resulta de la suma de decisiones laborales de personas que deciden dedicarse al sexoservicio. Más bien se trata de una oferta de sexo a partir de una industria que recluta víctimas mediante el engaño y la explotación. Las famosas ventanas en Ámsterdam hace mucho que dejaron de exhibir a mujeres holandesas; hoy muestran exclusivamente asiáticas, africanas y rubias de Europa del Este, producto de esos circuitos de tráfico humano. La legalización permitiría “blanquear” el capital humano de estas cadenas delictivas.

3.- La participación de las autoridades beneficia y protege a las prostitutas. Dudoso. Para ellas la legalización tiene más desventajas que ventajas. Ciertamente los controles médicos proporcionan mayor certidumbre, pero en beneficio del consumidor. Nadie verifica el estado de salud de los clientes, con lo cual los riegos para los y las “profesionales” siguen siendo los mismos. Por otra parte, para las prostitutas ocasionales, aquellas pocas que en efecto podrían afirmar que desempeñan un oficio elegido y que pueden abandonarlo en cualquier momento, la institucionalización de la prostitución les obliga a profesionalizarse y a entrar necesariamente a las normas de los circuitos establecidos.

4.- Legalizar la prostitución es una medida progresista, propia de países desarrollados. En realidad comienza a ser lo contrario. Países como Holanda, Suecia, Australia y España, algunos de ellos pioneros en la legalización de la industria del sexo, están en proceso de modificar los códigos correspondientes, o ya lo hicieron. El saldo de estas políticas de tolerancia, luego de varios años de aplicación resultó negativo. Prácticamente en todos los casos el efecto neto fue la expansión de la industria del sexo. Entre otras razones ello se debe a que aumenta el número de clientes y la frecuencia con la que recurren a la prostitución, en la medida en que se convierte en una actividad regulada y con un entorno social más permisible.

5.- La reglamentación elimina la explotación clandestina. Si no ha sido el caso en España o en Australia, mucho menos será en México en el que predomina la corrupción entre autoridades y proxenetas. El sexo con menores de edad continuará ejerciéndose de manera clandestina, clientes que buscan el anonimato fomentarán “circuitos” marginales, sexo servidores que no desean someterse a controles y lenones que eviten pagar derechos e impuestos mantendrán viva la economía informal del sexo, poniéndose en mayor indefención a las personas explotadas.

6.- Legalizarla es un acto de realismo porque seguirá existiendo a pesar de todo. Los impulsores de esta ley aseguran que siendo la prostitución una actividad no erradicable es más conveniente extraerla de la sombra e institucionalizarla. Pero el argumento es peligroso porque termina por incentivar y promover una práctica social nociva. El mismo criterio valdría para la corrupción o la violencia intrafamiliar (no deja de ser significativo que prostituirse o corromperse han terminado por ser sinónimos). Puede ser que la prostitución, o la corrupción, no sean totalmente extirpables, pero eso no significa que tengan que ser endémicas. La sociedad puede, y debe, establecer políticas públicas encaminadas a disminuir y acotar prácticas que envilecen a sus protagonistas y emanan de actividades criminales. Aceptarlas invocando al “realismo” equivale a claudicar frente a una industria que no por antigua deja de ser infame.

No resulta fácil para las autoridades abordar el tema, pero por lo mismo debe enfocarse correctamente. En Suecia han disminuido los índices de prostitución mediante una legislación que castiga al cliente y al proxeneta, no a la sexoservidora. Como en el caso de las drogas, mientras exista demanda habrá oferta. El verdadero combate a la prostitución pasa por campañas y políticas públicas con las nuevas generaciones para promover una práctica sexual más sana y una cultura que dignifique el cuerpo, propio y ajeno, y el derecho a disfrutarlo sin degradarlo, sin convertirlo en mercancía.

Fuente:

http://www.jorgezepeda.net/08-07-2007/seis-mitos-sobre-prostitucion/

México, "sitio ideal" para la prostitución de menores

México, "sitio ideal" para la prostitución de menores, destacan páginas de Internet

Según informe de ONG, también se ve al país como el segundo en pornografía infantil

Provenientes de zonas rurales pobres, la mayoría de esos niños son explotados por turistas de EU

Gabriel León Zaragoza

Asociada a factores como altos índices de pobreza, principalmente en zonas rurales con bajos niveles educativos, la prostitución de menores en México ha crecido al grado de que a escala mundial el país es visto como destino de turismo sexual y como el segundo con mayor producción de pornografía infantil, destaca la Red de organizaciones trabajando para la eliminación de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ECPAT, por sus siglas en inglés), en su informe Global Monitoreo.

Puntualiza que el turismo sexual "es un problema que afecta los grandes polos turísticos de la nación, como Tijuana, Cancún y Acapulco, este último conocido como el Bangkok de Latinoamérica". Refiere que estas ciudades acogen a miles de menores "atrapados en prostitución, en su mayoría explotados por visitantes provenientes de Estados Unidos".

"La mayoría de los turistas sexuales proceden de Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Alemania, y no tienen un perfil determinado, ya que pueden ser desde pederastas hasta clientes ocasionales", precisa.

En su reporte sobre México (que recoge cifras y valoraciones de estudios y análisis institucionales y académicos) se recomiendan al gobierno federal 15 acciones prioritarias que "debe realizar en asociación con organizaciones de la sociedad civil y otros actores pertinentes para combatir los delitos de explotación sexual comercial" de infantes.

De acuerdo con la ECPAT, que posee estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (Ecosoc), a pesar del reconocimiento de la existencia de la explotación sexual comercial de menores en México, no hay estadísticas que informen sobre su extensión, y los referentes son estimaciones que hablan de 5 mil a 80 mil casos "en sólo algunas de las principales ciudades y/o municipios del país". Destaca que las desigualdades en zonas urbanas respecto a las oportunidades que existen entre los municipios, ciudades y regiones del país crean flujos migratorios hacia las grandes ciudades, lo que incrementa la vulnerabilidad de los niños que se ven en la necesidad de salir de sus lugares de residencia.

Según el documento, también se observa un creciente número de casos en zonas rurales que presentan niveles educativos bajos, la mayoría de los cuales son "intercambios o compraventa de personas menores de edad, o simplemente el 'préstamo o la encomienda' de niños, niñas y adolescentes a otros adultos para alejarlos de la pobreza, aunque al final éstos son trasladados a otros lugares para su futura explotación".

Refiere que en México, dichas prácticas subsisten debido a la falta de la aplicación de un marco legal consistente y al desconocimiento de la población sobre la existencia de esta problemática y sus consecuencias.

En torno a la explotación sexual en las fronteras del país, expone que la del norte es "susceptible" a la trata de niñas, que en su gran mayoría proceden de Centroamérica, donde fueron "vendidas" a bares, mantenidas en situación de esclavitud y obligadas a cubrir diversos gastos y consumir drogas. "Además, se reporta que los dueños de muchos de esos bares son diputados, banqueros, alcaldes y personas de influencia que actúan en la sombra y obtienen importantes ingresos".

La red internacional de organizaciones individuales, que trabajan en conjunto para la eliminación de la prostitución y la pornografía infantiles, así como el tráfico de niños y niñas con propósitos sexuales, destaca que el turismo sexual de menores "puede ocurrir en forma organizada y sistemática", al grado de que páginas de Internet señalan a México como "sitio ideal" para este fin.

Lamenta que a pesar de que se tiene conocimiento de dicha problemática, "no se puede actuar con contundencia jurídica, pues aún existen grandes vacíos legales para identificar y sancionar delitos cibernéticos y asociados, como la distribución de material pornográfico", lo cual "contribuye al incremento de la oferta" y que su venta sea abierta y pública, como ocurre en Tepito y La Merced.

Fuente:

http://www.jornada.unam.mx/2007/04/04/index.php?section=sociedad&article=033n1soc

Cancún, ¿Paraíso de Mafias?

La mafia rusa opera en Cancún bajo el esquema del crimen organizado y en lujosas suites con vista al mar de la zona hotelera y de la Riviera Maya, se planean los grandes contrabandos de droga, diamantes, armas, el robo de vehículos y de precursores químicos para enviarlos a España, Italia y Portugal a través de diversos puertos de Quintana Roo, Yucatán, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, según revela un informe "confidencial" de la International Criminal Police Organization (INTERPOL).

El documento clasificado pertenece al proyecto ROCCISS* (Regional Organizad Counter-Crime Information Sharing Sistem) de INTERPOL.

En su introducción, asegura que "es una compilación de información criminal dirigida a la secretaría general" de dicho organismo, proporcionada por países miembros implicados en el proyecto, que utilizan la red de comunicación de la organización internacional.

El análisis de este informe secreto de ROCCISS "será muy útil en la evaluación de los resultados de iniciativas supranacionales con objeto de identificar tendencias criminales y de promover intercambio de información criminal. El comercio mundial y el aumento rápido en comunicaciones globales está teniendo el efecto de hacer a los países más pobres, vulnerables a los grupos organizados para que asienten sus operaciones allí, lo que ha dado lugar a un incremento en actividades criminales.

"La discrepancia entre las figuras recogidas de mensajes individuales de ROCCISS y el número de casos abiertos en la base de datos de ICIS, es debido a los criterios para la información que entra en esa base. Los crímenes de menor importancia o los acontecimientos criminales divulgados, sin la suficiente información, están situados en un archivo durante tres meses, hasta que finalice la llegada de otros detalles. Por ejemplo, los mensajes sobre aseguramientos de menos de 100 gramos de heroína o cocaína o información referente a deportaciones mínimas no se registran en la base de datos de ICIS.

La información de la Policía Internacional asegura que son cinco las organizaciones rusas asentadas en Cancún: Solntsevskaya, de la mafia ucraniana y otras células de Chechenia, Georgia, Armenia, Lituania, Polonia, Croacia, Serbia, Hungría y Rumania, e incluso Albania, identificadas como Tambosvkaya, Poldolskaya, Mazukinskaya e Izamailovskaya, ligadas con la principal organización trasnacional, conocida como Vory V Zakone (Ladrones de la Ley).

Todas ellas compiten por las rutas del narcotráfico que controlan gran parte de los cárteles mexicanos, señala el informe.

Estas bandas, indica el reporte de INTERPOL, se establecieron en México (y Cancún es punto clave) tras la captura de importantes figuras del cártel del Golfo, como Osiel Cárdenas Guillén y varios de sus lugartenientes.

Los rusos buscaron y aún buscan "establecer un puente de tráfico de drogas, comercio ilegal de armas, lavado de dinero y trata de blancas a Estados Unidos y controlar la prostitución local, secuestro, usura —a través de casas de empeño— y tráfico humano.

Sus tentáculos se mueven desde este polo turístico hasta Baja California (Tijuana), pasando por el Distrito Federal. Sus ganancias han sido estimadas por este organismo internacional en 3 mil millones de dólares anuales.
La organización
En su análisis, la INTERPOL explica que los contactos de la mafia rusa en México carecen de una estructura vertical, es decir, que no existe un solo jefe o jefes.

Esto les permite conseguir narcóticos a menores precios con las bandas mexicanas, en tratos que realizan en lujosos hoteles de la costa de Cancún o de la Riviera Maya, así como en residencias particulares de sus asociados mafiosos, al tiempo que diversifican su mercado. Por ejemplo: los albaneses operan en la prostitución con mujeres procedentes de Sudamérica, Albania y Europa del Este. Sus ingresos son destinados a la compra de armamento.

Sin embargo, INTERPOL aclara que el nivel de maniobra en nuestro país es bajo comparado con los cerca de 10 mil grupos criminales que operan en los ex-países soviéticos, donde operan miembros de la mafia rusa, integrada en su mayoría por ex agentes de inteligencia de la KGB.

Estos poderosos grupos trabajan como cualquier empresa legal trasnacional, lo que hace difícil su localización. En algunos casos formalizan alianzas con empresas mexicanas o con consorcios internacionales, lo que a su vez les permite desarrollarse en el tráfico de drogas, lavado de dinero, tráfico de mujeres y prostitución; en el robo de autos y autopartes y en el fructífero negocio de los diamantes.

En la isla de Cozumel, por ejemplo, se conoce al menos una empresa de corte internacional, Diamon Port, con domicilio en avenida Rafael E. Melgar número 27, que estuvo involucrada en diciembre de 2001 en un contrabando de diamantes y oro decomisado por agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el aeropuerto de Cancún.

A los detenidos, un israelí, un colombiano y un mexicano de nombres Ezrad Gad, Fabio Alexander Vargas y Aníbal Rivero Escalante, respectivamente, se les decomisaron dos maletas de mano con nueve lotes de diamantes africanos de la más alta calidad; mil 238 cadenas de oro, 503 brazaletes, 91 pulseras, mil 520 anillos, 156 aretes, 96 dijes y cinco mancuernas. Al ser interrogados se dijeron representantes de la compañía Diamon Port S.A. de C. V., pero no pudieron probar su dicho.

En todos los casos son organizaciones que han establecido un sistema de cooperación con empresarios mexicanos que son prestanombres y con algunos políticos y caciques de la región, como es el caso de la Isla de Cozumel, donde cohabitan decenas de joyerías dedicadas al negocio de los diamantes y área de influencia de Nassim Joaquín Ibarra, conocido entre los suyos como Tatich, padre de Pedro y Ady Joaquín Collwell, conocidos políticos de la región.

Se dice de Tatich (que en maya quiere decir "gran padre") que hizo su inmensa fortuna como "abonero" de casa en casa y que desde siempre ha sido el gran negociador y representante de intereses sin preguntar mucho por el origen del dinero. Tiene las conexiones para conseguir permisos estatales y federales para todo, principalmente hoteles.

La característica de estos grupos, se señala en el informe, es su enorme capacidad para pasar inadvertidos. Prácticamente son "invisibles".

Estas organizaciones tomaron ventajas de la globalización de mercados y al estar formalmente organizadas continúan en crecimiento como resultado del establecimiento de reglas y la distribución de tareas y territorios, puntualiza.

En este sentido, INTERPOL alerta que México se ha convertido en el paraíso de negocios ilegales de por lo menos 18 diferentes organizaciones del crimen trasnacional. El reporte de inteligencia de la legendaria policía internacional asegura haber identificado en territorio nacional células de Asia, Europa del Este y Latinoamérica.

Además de la organización rusa figuran otras mafias, como la asiática, la estadounidense, la italiana y la mexicana, en la mayoría de los casos asociada con la mafia colombiana.
Dragones aliados
La mafia asiática opera con bajo perfil en México —dice INTERPOL— y en otras naciones latinoamericanas, lo que dificulta su identificación, y posee más de un millar de conexiones, según estima la policía internacional.

Está conformada por células de la Yakuza japonesa. Cuenta con conexiones en los ámbitos del contrabando de software, negocios de entretenimiento, liceos y pornografía infantil. También participa en la trata de blancas, prostitución, tráfico de droga y lavado de dinero.

El reporte de la organización policiaca internacional señala que los cárteles mexicanos optaron por aliarse a la mafia china dedicada al contrabando de todo tipo de mercancías, tráfico de personas a Estados Unidos y de drogas.

La alianza se ha afianzado en la llamada mafia china, cuyos miembros son llamados "cabeza de serpiente". Su actividad fundamental se centra en el contrabando de mercancías y el tráfico de emigrantes, sobre todo de la provincia de Fujian, muchos de los cuales son utilizados como "burros" para el transporte de droga hacia Estados Unidos, agrega la investigación.

La mafia americana, conocida como Cosa Nostra o la Mob Americana, ha establecido conexiones en México en materia de lavado de dinero, especialmente en la industria de la construcción. Además se le vincula a actividades de extorsión y tráfico de estupefacientes.

De las organizaciones latinoamericanas destaca la llamada mafia colombiana, que opera en alianza con los cárteles mexicanos.

La mafia italiana está activa en México mediante el tráfico de droga, la prostitución y el lavado de dinero, aunque en menor escala, dice INTERPOL.

En el caso de los cárteles mexicanos, es decir la mafia mexicana como la denominan las autoridades estadounidenses, tienen como principal actividad el tráfico de enervantes, pero en los últimos años han ampliado su mercado hacia el tráfico de indocumentados, la prostitución, el secuestro, el robo de autos y el lavado de dinero. Ahora tienen otro negocio: la industria de la violencia.
La llamada EME
La mafia mexicana es identificada en el reporte como la EME. Tiene una infraestructura compleja para el tráfico de droga, lo que le permite controlar el mercado de metanfetaminas, cocaína, heroína y marihuana en el norte del país.

Detenidos los principales líderes de las organizaciones mexicanas dedicadas al narcotráfico, aún operan en el país siete grandes organizaciones de la droga conocidos como los cárteles de Tijuana, Juárez, del Golfo, de Amezcua, de Díaz Parada y los Valencia.

Estas organizaciones establecieron ya nuevas reglas para su supervivencia que evitan enfrentarse e interactúan siempre y cuando se respeten territorios.

* El proyecto Rocciss nació durante una conferencia el 24 de noviembre de 1998 con los representantes de la Asociación de Organismos de Policía del Caribe, la Secretaría General de INTERPOL y la Policía Regional Británica. Allí se alcanzó un acuerdo que estableció un mecanismo para el intercambio y el proceso de información criminal patrocinado por ACCP de Proyect ROCCISS. Las instalaciones técnicas y los recursos existentes de Interpol son utilizados por los miembros de ACCP.

El objetivo principal de este proyecto es promover el intercambio de datos criminales en el área del Caribe que recaba ROCCIS comprende tráfico de drogas; crimen organizado; crímenes financieros de alta tecnología, como fraudes con tarjetas de crédito y ciber-crimen; fugitivos; organizaciones mafiosas internacionales que se ligan a bandas locales de diversos países y ciudades del Caribe; tráfico de emigrantes; trata de blancas; pornografía infantil, y terrorismo. (Nota de Xavier Méndez Camacho)


Fuente:
http://blogotitlan.com/noticias/2007/03/02/cancun_paraiso_de_mafias.html

LA COYOTERA, EL VERDADERO ROSTRO DE "LA HERAMANA DE HOUSTON"

Seis manzanas a la orilla de la avenida Bernando Reyes, pero los años de displacencia la han convertido en sinónimo de vicio, prostitución y delincuencia

Reportaje
Monterrey, Nuevo León


La anécdota es ilustrativa: en un festival infantil organizado durante la pasada administración municipal por el DIF, en el barrio conocido como "La Coyotera", a un niño de ocho años le pidieron que mencionara un objeto de color amarillo para ganarse un premio y la respuesta llegó rápidamente: "el pomo". Es decir, la bolsa con Resistol 5000 que se usa como droga para inhalar.

Funcionarios, organizadores y hasta periodistas de la televisión estatal quedaron asombrados. Los residentes de este sector de la colonia Garza Nieto de Monterrey, simplemente soltaron una carcajada por la ocurrencia infantil, que despojada de su dramatismo, se volvió cómica.

¿Y cómo culparlos? El peyorativo sobrenombre de las seis manzanas ubicadas a la orilla de la avenida Bernardo Reyes, es sinónimo de drogadicción, prostitución, violencia, robos y asaltos.

Las cifras del Sector Salud del gobierno del Estado no dejan lugar a duda: el 95 por ciento de los habitantes del sector consume algún tipo de droga. Principalmente pastillas y solventes; a veces cocaína.

El problema es tan grave que dejó en un segundo término el de la prostitución, con todo y que los numerosos sexoservidores (hombres y mujeres) han disparado el número de infecciones de VIH en "La Coyotera", reconocida como zona roja de facto donde los numerosos homosexuales (son el doble que las prostitutas) se ofrecen en la puerta de sus casas -mínimas construcciones de dos cuartos- a plena luz del día.

Sin embargo, este tristemente célebre rincón de Monterrey que durante décadas ha sido dolor de cabeza de las autoridades estatales y municipales podría ver terminada su sórdida historia y no gracias a un plan de salubridad o de asistencia social, sino al espacio que reclama la creciente zona metropolitana.

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Poco acostumbrados a hacerse escuchar y menos a realizar protestas o manifestar públicamente su inconformidad, los residentes del lugar han mantenido el bajo perfil de quienes viven en la marginalidad.

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HASTA 5 MIL CONDONES POR MES

La prostitución en "La Coyotera" podría anunciarse igual que los noticieros locales de Televisa, porque se ejerce "a toda hora, en todo lugar" y, prueba de ello, son las cifras de la unidad médica "Bernardo Reyes", que desde hace más de dos años da servicio a los habitantes del sector.

Enfermeros, médicos y psicólogos han tenido que remar contra corriente para ser aceptados por los desconfiados y conflictivos residentes de la zona que poco a poco han ido acercándose. Casi nadie paga los 60 pesos de consulta, pero al menos -explica el personal de la clínica- han ido tomando conciencia de aspectos tan básicos como usar un condón.

En "La Coyotera" se reparten entre tres mil y cinco mil condones por mes. En un viernes y sábado "ocupados", un sexoservidor se acaba los 25 preservativos que le regalan en el consultorio.
El costo unitario que éstos representan para el Sector Salud es de un peso con 60 centavos. A las personas con VIH les dan paquetes con cien condones. Aún así, la realidad les dice que los preservativos repartidos son insuficientes.

Hay el doble de homosexuales que de prostitutas y aunque ellos son de carácter más difícil -suelen protagonizar la mayoría de las riñas- también son más conscientes de su salud y acuden con mayor frecuencia a la clínica.
Un alto porcentaje (casi la mitad) de las personas que se prostituyen en el sector no vive ahí, solamente renta los cuartos a cien pesos por semana.
En los cuartos hay tres turnos así que en un mismo sitio, durante el mismo día, es posible encontrar hasta tres diferentes personas ofertando su cuerpo.
Hay gente casada, de la misma colonia o de otras aledañas, que solamente se prostituye unas cuatro horas diarias mientras el cónyuge -por lo general ignorante de la situación- trabaja.

Las tarifas de los sexoservidores inician desde los 50 pesos y también aceptan pago en especie: aparatos electrónicos, joyería, droga.
Es común que hombres y mujeres accedan la propuesta de los clientes de pagarles un poco más a cambio de tener relaciones sexuales sin condón.
Otra forma reciente de allegarse recursos de parte de los sexoservidores es cobrar por las entrevistas que dan, especialmente a las televisoras.
En "La Coyotera" el comercio es floreciente y la mercancía variada. No solamente los cuartos y la droga se pueden pagar en abonos, también los condones se venden y se cobran a plazos.

Las hormonas son otro artículo de alta demanda entre quienes desean ver crecer sus pechos y glúteos.

En la misma clínica de Salud "Bernardo Reyes" les colocan las inyecciones, pues de otro modo los sexoservidores acuden con gente que cobra poco pero no sabe hacer el trabajo.

Aunque los empleados estatales le explican a sus pacientes los daños que provocan las hormonas, hay quienes llevan hasta 15 años inyectándose periódicamente.

Se han dado casos de personas que en su ignorancia y buscando abaratar el "tratamiento" se han intoxicado al inocularse aceite de cocina.
Existen familias enteras dedicadas a la prostitución: desde la abuela, el papá y ahora la hija. Por ello, hay niños que ven como algo común que la madre les sirva la cena entre uno y otro cliente y ellos preguntan "¿le bajaste (robaste) algo?".

En "La Coyotera" es posible encontrar un cuerpo en renta durante las 24 horas del día, ya sea en los cuartos de renta, las cantinas, las casas o en la misma calle.

Algunos policías ofrecen protección a los homosexuales y prostitutas por 50 pesos diarios.

También hay menores de edad que se prostituyen. Hombres y mujeres. Generalmente empiezan su vida sexual con los amigos del barrio, luego pasan a ofrecerse con los "cholos" del sector a cambio de protección, favores o mercancía robada.

Cuando necesitan dinero los menores de edad buscan alguien que los "levante", es decir, salen a las avenidas buscando automovilistas, pero mayormente traileros, pues no tienen 100 pesos para rentar un cuarto.
Entre los menores de edad con necesidad, hasta 50 pesos o un cigarro de marihuana son suficientes a cambio de una sesión sexual.

Los niños y las familias tradicionales conviven con los sexoservidores. Son sus vecinos, parientes o compañeros de escuela.

Cobrar 50 pesos por la relación sexual no es muy redituable, pero el negocio está en robarle a los clientes lo que se pueda: cartera, reloj, teléfono celular.
Generalmente las víctimas están demasiado alcoholizadas para quejarse o sienten vergüenza de presentar la denuncia. Quienes llegan a hacerlo llevan las de perder, pues los policías los detienen por encontrarse en estado de ebriedad o para proteger a los sexoservidores.

El riesgo es que algunos clientes regresan después para tomar venganza y agredir a quien les robó. Ha habido casos de ataques a golpes, con arma blanca e incluso con arma de fuego.

DROGAS, EL MAYOR FLAGELO

En la unidad médica "Bernardo Reyes" no hay duda alguna: las drogas son el peor flagelo de "La Coyotera", peor aún que la prostitución.

El 95 por ciento de los residentes del barrio consume alguna droga. Ellos siempre traen una dosis, la están buscando o se encuentran bajo los efectos de ella. Por eso es muy difícil ayudarlos cuando la policía los detiene y, aunque los médicos le recomiendan a los agentes que no golpeen a los detenidos porque podrían sangrar y convertirse en un riesgo de infección, no les hacen mucho caso.

Además, los farmacodependientes constituyen un peligro adicional pues cuando están bajo los influjos de algún enervante no reconocen a la gente y son capaces de robar o agredir a sus amigos o familiares sin darse cuenta.
Más de un enfermero de la unidad médica ha sufrido agresiones y, aunque al día siguiente el paciente les pide disculpas, el riesgo permanece.
Los enfermeros lamentan que casi nadie en "La Coyotera" pague los 60 pesos que vale la consulta médica, pero sí hacen cualquier cosa con tal de conseguir entre 100 y 200 pesos diarios para la dosis de droga.
El que menos, fuma mariguana, pero lo más común son las pastillas y, cuando hay dinero, cocaína. Cemento y resistol son muy comunes en los menores de edad.

Anteriormente los robos para conseguir dinero para la droga se daban incluso contra los mismos enfermeros de la clínica, pero ya con más de dos años en funciones se han ganado un poco de respeto.

Los homosexuales son quienes más se quejan de abusos policiacos. Cuando los detienen prefieren permanecer encerrados las 24 horas correspondientes a las faltas administrativas que pagar los 240 pesos de multa pero alegan que no les dan alimentos, solamente agua.

Ocasionalmente hay quienes se salvan de ser detenidos argumentando que van a realizarse una prueba de VIH y entonces los agentes, para no arriesgarse a perjudicarlos en su salud, los dejan libres.

Como despedida, otra anécdota propia de "La Coyotera": en agosto de 2002 un policía asignado al barrio intentó poner en práctica, con una mujer que se ofrecía en la calle, el consabido ejercicio de sexo gratuito a cambio de libertad.

Ordenó a la prostituta subir a la patrulla y cuando ella se negó a hacerle el favor sexual el agente decidió llevársela detenida y registró su bolso esperando encontrar una dosis de droga para fortalecer su argumento.
El policía tenía razón, pues la mujer llevaba no una, sino dos dosis de droga, pero en jeringas y, lamentablemente para el guardián de la ley, una de ellas se le enterró en la mano.

La peor noticia fue cuando la prueba Elisa (para detectar VIH) realizada a la detenida resultó positiva. El impacto para el policía fue mayor, porque planeaba casarse dos meses más tarde.

El escándalo interno fue mayúsculo y de Seguridad Pública solicitaron el apoyo de Salud para realizarle a la mujer -quien ya estaba libre- un nuevo examen más detallado, pero ella se negó y, posteriormente, se fue del lugar.
Así, el barrio de "La Coyotera" no es solamente el sitio marginal y hasta folclórico de Monterrey sino también la evidencia palpable de la desvinculación entre los reglamentos gubernamentales y la realidad.
Y sus habitantes conforman un argumento irrebatible de lo mucho que falta por hacer en Nuevo León para abatir el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y las enfermedades de transmisión sexual porque, aunque "La Coyotera" desaparezca, ellos van a seguir drogándose y prostituyéndose ahí mismo o en cualquier otro lugar de la ciudad.

Fuente:
http://www.latrinchera.org/foros/archive/index.php/t-11293.html